viernes, 29 de julio de 2011

Los niños son sabios.

El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía: "Cachorritos en venta". Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un niñito apareció en la tienda preguntando:

-"¿Cuál es el precio de los perritos?"

El dueño contestó:

-"Entre $30 y $50".

El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas:

-"Sólo tengo $2.37... ¿puedo verlos?".

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. Uno de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niñito inmediatamente señaló al perrito rezagado que cojeaba.

-"¿Qué le pasa a ése perrito?", preguntó.

El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía la cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niñito se emocionó mucho y exclamó:

-"¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!".

Y el hombre replicó:

-"No, tú no vas a comprar ese cachorro, si tú realmente lo quieres, yo te lo regalo".

Y el niñito se disgustó, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo:

-"Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2.37 ahora y 50 centavos cada mes hasta que lo haya pagado completo".

El hombre contestó:

-"Tú en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos".

El niñito se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo:

-"Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda".

El hombre estaba ahora mordiéndose el labio, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo:

-"Hijo, sólo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú".


En la vida no importa quién eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, te acepte y te ame incondicionalmente.

Un verdadero amigo es aquél que llega cuando el resto del mundo se ha ido. 

 

martes, 19 de julio de 2011

Para tener en cuenta.

  Si las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas, ámalas de todos modos.

Si haces el bien, te acusaran de tener oscuros motivos egoístas, haz el bien de todos modos.

Si tienes éxito y te ganas falsos amigos y enemigos verdaderos, lucha de todos modos.

El bien que hagas hoy será olvidado mañana, haz el bien de todos modos.

La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerables, se sincero y franco de todos modos.

Lo que has tardado años en construir puede ser destruido en una noche, vuélvelo a construir de todos modos.

Alguien que necesita ayuda de verdad puede atrasarte si le ayudas, ayúdale de todos modos.


viernes, 15 de julio de 2011

La Discordia.

Te auto-limitas mediante la falta de comprensión o por la inhabilidad de aceptar.

Eres tu propia condenación en la limitación que has atraído a tu alrededor.

La discordia es una rata de vibración tan lenta que ensombrece la vida.

El comienzo de la discordia fue la REBELIÓN. Fue un proceso gradual, y durante un gran lapso aumento el momentum y la densidad de las condiciones actuales.

¿Qué causa la confusión? Tan sólo un poco de duda. La duda hace que perezca tu visión de perfección.

Todo aquello que te disturbe te tiene pisado por el cuello.

La discordia es solamente la creencia humana en la apariencia —esto es, miedo.

Toda envidia, crítica, condenación y juicio no son más que formas de miedo. Cuando amas a la Presencia —a Dios—, ¿cómo puedes dudar o temer?

El miedo da inicio a la formación de pus en el cuerpo.

¿Cómo alcanzan la victoria las fuerzas destructivas? A través del miedo. Esa es la única arma que tienen.

A través de sentimientos discordantes, se reviste o apaga el punto de luz.

Todo lo que es aterrador, toda discordia, no es más que luz revestida. Dentro de la discordia hay luz, y ésta puede estallar instantáneamente.

Cuando entras a un recinto oscuro, no ves qué hay allí y podrás tropezar con algo. Pero cuando enciendes la luz, todo se aclara. La oscuridad deja de existir. No tienes que sacarla a puntapiés ni eliminarla de alguna manera. En vez, la condición es transformada, y lo mismo ocurre con la comprensión de la vida cuando hay la luz suficiente.

En la luz hay comprensión/entendimiento —la omni-sapiencia. Cuando hay la luz suficiente en la conciencia, los conceptos humanos son transformados, transmutado en la Mente Omnisciente de Dios.
 

domingo, 10 de julio de 2011

El Cuarto Acuerdo de la Sabiduría Tolteca.


El Cuarto Acuerdo – “Haz siempre lo máximo que puedas”

Sólo hay un acuerdo más, pero es el que permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados. El Cuarto Acuerdo se refiere a la realización de los tres primeros: Haz siempre lo máximo que puedas.

Bajo cualquier circunstancia, haz siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Pero piensa que eso va a variar de un momento a otro. Todas las cosas están vivas y cambian continuamente, de modo que, en ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno. Cuando te despiertas renovado y lleno de vigor por la mañana, tu rendimiento es mejor que por la noche cuando estás agotado. Lo máximo que puedas hacer será distinto cuándo estés sano que cuando estés enfermo, o cuando estés sobrio que cuando hayas bebido. Tu rendimiento dependerá de que te sientas de maravilla y feliz o disgustado, enfadado o celoso.

En tus estados de ánimo diarios, lo máximo que podrás hacer cambiará de un momento a otro, de una hora a otra, de un día a otro. También cambiará con el tiempo. A medida que vayas adquiriendo el hábito de los cuatro nuevos acuerdos, tu rendimiento será mejor de lo que solía ser.

Independientemente del resultado, sigue haciendo siempre lo máximo que puedas, ni más ni menos. Si intentas esforzarte demasiado para hacer más de lo que puedes, gastarás más energía de la necesaria y, al final, tu rendimiento no será suficiente. Cuando te excedes, agotas tu cuerpo y vas contra ti, y por consiguiente te resulta más difícil alcanzar tus objetivos. Por otro lado, si haces menos de lo que puedes hacer, te sometes a ti mismo a frustraciones, juicios, culpas y reproches.

Limítate a hacer lo máximo que puedas, en cualquier circunstancia de tu vida. No importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo máximo que puedas, no te juzgarás a ti mismo en modo alguno. Y si no te juzgas, no te harás reproches, ni te culparás ni te castigarás en absoluto. Si haces siempre lo máximo que puedas, romperás el fuerte hechizo al que estás sometido.

Había una vez un hombre que quería trascender su sufrimiento, de modo que se fue a un templo budista para encontrar a un maestro que le ayudase. Se acercó a él y le dijo:

“Maestro, si medito cuatro horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?”. El maestro le miró y le respondió: “Sí meditas cuatro horas al día, tal vez lo consigas dentro de diez años”.

El hombre, pensando que podía hacer más, le dijo: “Maestro, y si medito ocho horas al día, ¿cuánto tiempo tardaré en alcanzar la iluminación?”.

El maestro le miró y le respondió: “Si meditas ocho horas al día, tal vez lo lograrás dentro de veinte años”.

“Pero ¿por qué tardaré más tiempo si medito más?”, preguntó el hombre.

El maestro contestó: “No estás aquí para sacrificar tu alegría ni tu vida. Estás aquí para vivir, para ser feliz y para amar. Si puedes alcanzar tu máximo nivel en dos horas de meditación, pero utilizas ocho, sólo conseguirás agotarte, apartarte del verdadero sentido de la meditación y no disfrutar de tu vida. Haz lo máximo que puedas y tal vez aprenderás que independientemente del tiempo que medites, puedes vivir, amar y ser feliz”.

Si haces lo máximo que puedas, vivirás con gran intensidad. Serás productivo y serás bueno contigo mismo porque te entregarás a tu familia, a tu comunidad, a todo. Pero la acción es lo que te hará sentir inmensamente feliz. Siempre que haces lo máximo que puedes, actúas. Hacer lo máximo que puedas significa actuar porque amas hacerlo, no porque esperas una recompensa. La mayor parte de las personas hacen exactamente lo contrario: sólo emprenden la acción cuándo esperan una recompensa y no disfrutan de ella. Y ese es el motivo por el que no hacen lo máximo que pueden.

Por ejemplo, la mayoría de las personas van a trabajar y piensan únicamente en el día de pago y en el dinero que obtendrán por su trabajo. Están impacientes esperando a que llegue el viernes o el sábado, el día en el que reciben su salario y pueden tomarse unas horas libres. Trabajan por su recompensa y el resultado es que se resisten al trabajo. Intentan evitar la acción; ésta entonces se vuelve cada vez más difícil y esas personas no hacen lo máximo que pueden. Trabajan muy duramente durante toda la semana, soportan el trabajo, soportan la acción, no porque les guste, sino porque sienten que es lo que deben hacer. Tienen que trabajar porque han de pagar el alquiler y mantener a su familia. Son personas frustradas y cuando reciben su paga, no se sienten felices.

Tienen dos días para descansar, para hacer lo que les apetezca y ¿qué es lo que hacen? Intentan escaparse. Se emborrachan porque no se gustan a sí mismos. No les gusta su vida. Cuando no nos gusta como somos, nos herimos de muy diversas maneras. Sin embargo, si emprendes la acción por el puro placer de hacerlo, sin esperar una recompensa, descubrirás que disfrutas de cada cosa que llevas a cabo. Las recompensas llegarán, pero tú no estarás apegado a ellas. Si no esperas una recompensa, es posible que incluso llegues a conseguir más de lo que hubieses imaginado. Si nos gusta lo que hacemos y si siempre hacemos lo máximo que podemos, entonces disfrutamos realmente de nuestra vida. Nos divertimos, no nos aburrimos y no nos sentimos frustrados.

Cuando haces lo máximo que puedes, no le das al Juez la oportunidad de que dicte sentencia y te considere culpable. Si has hecho lo máximo que podías y el Juez intenta juzgarte basándose en tu Libro de la Ley, tú tienes la respuesta: “Hice lo máximo que podía”. No hay reproches. Ésta es la razón por la cual siempre hacemos lo máximo que podemos. No es un acuerdo que sea fácil de mantener, pero te hará realmente libre. Cuando haces lo máximo que puedes, aprendes a aceptarte a ti mismo, pero tienes que ser consciente y aprender de tus errores. Eso significa practicar, comprobar los resultados con honestidad y continuar practicando. Así se expande la conciencia.

Cuando haces lo máximo que puedes no parece que trabajes, porque disfrutas de todo lo que haces. Sabes que haces lo máximo que puedes cuando disfrutas de la acción o la llevas a cabo de una manera que no te repercute negativamente. Haces lo máximo que puedes porque quieres hacerlo, no porque tengas que hacerlo, ni por complacer al juez o a los demás. Si emprendes la acción porque te sientes obligado, entonces, de ninguna manera harás lo máximo que puedas. En ese caso, es mejor no hacerlo. Cuando haces lo máximo que puedes, siempre te sientes muy feliz; por eso lo haces. Cuando haces lo máximo que puedes por el mero placer de hacerlo, emprendes la acción porque disfrutas de ella.

La acción consiste en vivir con plenitud. La inacción es nuestra forma de negar la vida, y consiste en sentarse delante del televisor cada día durante años porque te da miedo estar vivo y arriesgarte a expresar lo que eres. Expresar lo que eres es emprender la acción. Puede que tengas grandes ideas en la cabeza, pero lo que importa es la acción. Una idea, si no se lleva a cabo, no producirá ninguna manifestación, ni resultados ni recompensas.

Hacer lo máximo que puedas es un gran hábito que te conviene adquirir. Yo hago lo máximo que puedo en todo lo que emprendo y siento. Hacerlo se ha convertido en un ritual que forma parte de mi vida, porque estás vivo. No disfrutar de lo que sucede ahora mismo es vivir en el pasado, es vivir sólo a medias. Esto conduce a la autocompasión, el sufrimiento y las lágrimas.

Naciste con el derecho de ser feliz. Naciste con el derecho de amar, de disfrutar y de compartir tu amor. Estás vivo, así que toma tu vida y disfrútala. No te resistas a que la vida pase por ti, porque es Dios que pasa a través de ti. Tu existencia prueba, por sí sola, la existencia de Dios. Tu existencia prueba la existencia de la vida y la energía.

No necesitamos saber ni probar nada. Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida, es lo único que importa. Di que no cuando quieras decir que no, y di que sí cuando quieras decir que sí. Tienes derecho a ser tú mismo. Y sólo puedes serlo cuando haces lo máximo que puedes. Cuando no lo haces, te niegas el derecho a ser tú mismo. Ésta es una semilla que deberías nutrir en tu mente. No necesitas muchos conocimientos ni grandes conceptos filosóficos. No necesitas que los demás te acepten. Expresas tu propia divinidad mediante tu vida y el amor por ti mismo y por los demás.

Los tres primeros acuerdos sólo funcionarán si haces lo máximo que puedas. No esperes ser siempre impecable con tus palabras. Tus hábitos rutinarios son demasiado fuertes y están firmemente arraigados en tu mente. Pero puedes hacer lo máximo posible. No esperes no volver nunca más a tomarte las cosas personalmente; sólo haz lo máximo que puedas. No esperes no hacer nunca más ninguna suposición, pero sí puedes hacer lo máximo posible.

Si haces lo máximo que puedas, hábitos como emplear mal tus palabras, tomarte las cosas personalmente y hacer suposiciones se debilitarán y con el tiempo, serán menos frecuentes. No es necesario que te juzgues a ti mismo, que te sientas culpable o que te castigues por no ser capaz de mantener estos acuerdos. Cuando haces lo máximo que puedes, te sientes bien contigo mismo aunque todavía hagas suposiciones, aunque todavía te tomes las cosas personalmente y aunque todavía no seas impecable con tus palabras.

Si siempre haces lo máximo que puedas, una y otra vez, te convertirás en un maestro de la transformación. La práctica forma al maestro. Todo lo que sabes lo has aprendido mediante la repetición.

Si haces lo máximo que puedas en la búsqueda de tu libertad personal y de tu autoestima, descubrirás que encontrar lo que buscas es sólo cuestión de tiempo. No se trata de soñar despierto ni de sentarse varias horas a soñar mientras meditas. Debes ponerte en pie y actuar como un ser humano. Debes honrar al hombre o la mujer que eres. Debes respetar tu cuerpo, disfrutarlo, amarlo, alimentarlo, limpiarlo y sanarlo. Ejercítalo y haz todo lo que le haga sentirse bien. Tu propio cuerpo es una manifestación de Dios, y si honras a tu cuerpo, todo cambiará para ti. Cuando des amor a todas las partes de tu cuerpo, plantarás semillas de amor en tu mente, y cuando crezcan, amarás, honrarás y respetarás tu cuerpo inmensamente.

Cuando honres estos cuatro acuerdos juntos, ya no vivirás más en el infierno. Definitivamente, no. Si eres impecable con tus palabras, no te tomas nada personalmente, no haces suposiciones y siempre haces lo máximo que puedas, tu vida será maravillosa y la controlarás totalmente.

Los Cuatro Acuerdos son un resumen de la maestría de la transformación, una de las maestrías de los Toltecas. Transformas el infierno en cielo. Sólo tienes que adoptarlos y respetar su significado y su poder.

sábado, 9 de julio de 2011

LA CLAVE PARA EJERCER LA DEMOCRACIA.


La siguiente reflexión enviada por un ciudadano puede parecer, en principio, algo descabellado. Esto sería correcto si los seres humanos estuviésemos viviendo en un sistema democrático en el que el sistema se ocupa y preocupa por todos y cada uno de los miembros que lo componen. Sin embargo, vivimos en todo el planeta sometidos por unos poderes que se arraigan sobre la base, condenada en los tribunales tan solo en algunos pocos casos, del robo, la corrupción, la guerra, el envenenamiento de la población, el fraude, el engaño a la ciudadanía y el crimen organizado sustentado y promovido desde el máximo poder.

Es por esto que es un hecho que vamos a unirnos ciudadanos, jueces, policías, abogados, militares, etc. para acabar con toda esta casta mundial de parásitos criminales y formar un nuevo paradigma formado por buenas y honradas personas que NUNCA será el criminal NUEVO ORDEN MUNDIAL que ELLOS planearon en su día. Este texto difundido anonimamente plantea un posible paso más hacia LA LIBERTAD HUMANA, quizás Vd. tenga más ideas… ¿se le ocurre algo?

Hola a Todos:

Los ciudadanos se preguntan qué pueden hacer ante los atropellos de los políticos, qué pueden hacer para detener las guerras, qué pueden hacer para que los supuestos derechos de huelga tengan efectos, los supuestos derechos de peticionar a las autoridades sean escuchados; los supuestos derechos al trabajo y la vivienda digna sean realidades.

Nadie entiende por qué los políticos mienten y no dan explicaciones sobre el abuso de los bancos, que dejan a la gente en la calle. Nadie contesta sobre los rociados de chemtrails en los cielos, llenos de bacterias infecciosas y productos químicos letales. Nadie entiende cómo campañas monstruosas de genocidio masivo y global son denunciadas por científicos y particulares, sin que los jueces tomen cartas en asuntos que nos afectan a todos.

La impotencia, el desánimo y finalmente la pusilanimidad, hacen mella en los ciudadanos, que mueren de cáncer, de depresión y de toda clase de dolencias. Parece que nada tiene solución, que las cartas están sobre la mesa y nadie ni nada puede cambiar las cosas…

Nadie hace leyes que realmente protejan a los ciudadanos contra los abusos de los bancos, contra las hipotecas tramposas, contra tantas cosas que se supone que están mal y que en realidad, sabemos que están mal. Pero la llave, la contraseña y solución del problema la tenemos nosotros, los ciudadanos. Todos y cada uno, juntos, no por separado.
Y no se trata de una solución complicada, que precise de formar complejas plataformas sociales, entidades jurídicas, y menos que menos contratar abogados o procuradores. Tampoco se trata de armar una guerra civil, ni de dañar nada de todo los que es nuestro, sea particular o de uso público. No se trata de armarnos hasta los dientes ni de formar bandos, o de enfrentarnos a nadie en ningún sitio. Sólo se trata de no seguir alimentando con nuestro dinero a esa casta degenerada, corrupta, servil y vergonzosa que se llama “Casta Política”, en la que rarísimas veces encontramos a alguien con ideales que no sean poder y más poder, o dinero y más dinero. Poder y dinero son el ideal, la meta y razón de ser y hacer de esa casta que nos tiene secuestrados, guerreados, hambreados, deprimidos, drogados mediaticamente, con tecnología de altrafrecuencias mortales, con una medicina que mata mucho y cura poco.

Existen leyes “durísimas” que pueden –según mitos mediáticos creados- superar a los efectos legales por asesinatos múltiples, por actividades mafiosas y todas las perlas que ensartó en su vida el famoso Al Capone. Se trata de las leyes impositivas. Según el mito histórico-literario, Capone sólo pudo ser apresado porque lo pillaron los recaudadores de impuestos. Una manera efectiva de implantar en la mente colectiva que no pagar impuestos es un delito muy grave, pero que además lo cometen los criminales de la peor ralea. Lo cierto es que Al Capone fue condenado por cinco asesinatos, aunque sólo pudieron probarse dos, de los cuales uno lo cometió personalmente. En Internet sólo se encontrará la versión más o menos oficial y cinematográfica, pero en las hemerotecas y bibliotecas americanas la historia es muy otra, con pros y contras, con versiones múltiples, que dejan entrever el gran montaje con que los políticos norteamericanos se fueron asegurando de demonizar la única acción realmente efectiva de los ciudadanos contra la corrupción: El no pago de los impuestos.

Si todo aquel que se escaquea de pagar algunos impuestos debiera ir a la cárcel, deberían hacerse tantas cárceles como casas. Pero vamos al tema que nos ocupa, porque la única llave realmente efectiva que tenemos para cerrar el chorro de corrupción política global, que no es otro que el de la esclavitud mediante el dinero, es con el dinero mismo. ¿Por qué?, ¿Cómo?.

Pues la podrida casta política global -salvo unos pocos rebeldes que no se han entregado al gran holding bancario- es el brazo ejecutor de esa supercasta que gobierna en la sombra, compuesta por unas pocas familias de banqueros que controlan el dinero del mundo. Así que si no es posible cambiar las cosas haciendo huelgas, ni plataformas, y bien poco resultan las campañas internautas, y menos aún las revoluciones, porque finalmente los grupos son infiltrados y disueltos (o mantenidos para ganancias y utilidades políticas como el entretenimiento masivo y la producción de chivos expiatorios), es preciso encontrar el punto donde el flujo de energía se le corte a la casta política. Y ese punto se llama “impuestos”.

Como el sistema está planteado para que nada se mueva sin dinero, los controladores de la supercasta bancaria fabrican crisis, manejan las bolsas, crean corridas de acreedores, situaciones de pánico, guerras y todo cuanto conviene a sus intereses de dominio, con sólo manejar unas cifras en unos ordenadores o retocar ciertas “noticias”. Pero la casta política, como ejecutora de sus planes, no puede hacer nada sin el alimento energético que le damos los ciudadanos; y ese alimento también es dinero… Y ese dinero se mueve hacia ellos en forma de impuestos.

Si todo el mundo se negase a pagar impuestos, eso sí que sería un descalabro de los planes de los banqueros, porque el dinero es como un sistema sanguíneo en las arterias de la sociedad. En realidad, una droga en el cuerpo social, sin la cual la casa, la comida, la herramienta y el transporte no nos llega. Pero si nadie pagara sus impuestos, a modo de “huelga pecuniaria”, (en vez que las inútiles huelgas laborales que sólo perjudican nuestros ingresos y los de las industrias y comercios), la casta política se vería obligada a revisar su situación y la nuestra. Así que la propuesta es hacer globalmente una huelga impositiva total e indefinida, que debe incluir de modo permanente y definitivo, el “no pago” de cualquier clase de multa, sea de tráfico, de sanciones urbanísticas o por asuntos civiles y penales contra el Estado.

Si fuera preciso hacer movilizaciones, pues adelante, que ahí está nuestro mundo. Sí, NUESTRO MUNDO, no de esos parásitos a los que sigue un pequeño porcentaje de fanáticos idiotizados llamados “afiliados partidarios”, tan hipócritas y lameculos como sus ovacionados candidatos, o en el mejor de los casos, pobres corderos ignorantes. Esa masa de hedionda humanidad fanática va disminuyendo a medida que los pueblos se van desilusionando de sus supuestos “representantes”, pero el proceso se alarga porque la gente cambia de bando, sin darse cuenta que la derecha y la izquierda, son las dos manos de la misma mierda.
Pero cuidado con las movilizaciones, que siempre son infiltradas por unos pocos violentos, pagados para hacer disturbios y daños, así justificar la acción policial o incluso de los ejércitos, que entra a reprimir a los manifestantes en general, y en la refriega se pierde la noticia de lo que se buscaba expresar. Aunque eso también se manipula desde los centros noticiosos, así que nos muestran sólo lo que interesa al poder. No se habla de las causas e intereses de cada parte, sino de los destrozos, del daño al mobiliario urbano, de escaparates saqueados, de detenidos.

Y nunca se sabe mucho o nada de esos detenidos, porque cuando no se consiguen idiotas violentos gratuitos, han sido pagados por el gobierno, mediante agencias de inteligencia política.
Hacer una rebelión impositiva no requiere salir a la calle, ni arriesgarse a ser apaleado por la policía. No requiere contratar abogados ni llenar formularios. Sólo requiere que colabore cada uno difundiendo la decisión, boca a boca, casa por casa, mediante Internet o por los medios que crea oportuno. No requiere quemar coches, ni romper nada de esas cosas que hemos pagado con nuestros dineros mediante impuestos y SON NUESTRAS. Si alguien organiza una rebelión con ganas de romper, aunque sea la casa y los coches de los políticos, lo más probable es que sólo conseguirá palos. Pero no pagar los impuestos es algo sumamente efectivo que se puede hacer no haciendo. Se queda quietecito en su sofá, va a trabajar como todos los días, no rompe nada…

Pero la policía -que también debería sumarse- no cobrará sus sueldos, así que alguien puede pensar que estará con más ganas de dar palos, pero… ¡Oh!, ¿Los policías no tienen hipotecas?. Los militares, los espías y sus familias ¿No estarían mejor sin los abusos político-económicos?.
Ni siquiera hace falta que el cien por cien de la población deje de pagar impuestos, multas e hipotecas. Con que lo haga un diez por ciento, el resto lo copiará en muy pocos días, consiguiendo tal escalada de problemas para el “gobierno”, que los legisladores (la subcasta más podrida, que se dedica a fabricar leyes para fastidiarnos, robarnos y someternos) tendrá que dedicarse a pensar en serio, alternativas de soporte no represivo. ¿Cómo van a reprimir una rebelión impositiva, donde cada uno simplemente se ha quedado en su casa?. ¿Van a mandar a toda la policía y ejércitos a quitarnos las casas y revisar bajo el colchón?, ¿Empezarán por las casas de los propios policías y militares?.

LOS EFECTOS REALES

Se supone que gracias a los impuestos, tenemos caminos, servicios, hospitales, seguridad y un montón de cosas que el Estado nos provee. Pues no es tan así. Una buena parte de la infraestructura caminera está hecha por empresas privadas y las denominamos “autopistas”. Entre todos pagamos fortuna por andar en ellas. Y gran parte del sistema sanitario es privada, y aunque la mayor parte de la “seguridad” es pública, en realidad no está para asegurarnos nada, sino para reprimirnos, controlarnos y mantenernos “callaítos”. Los médicos y enfermeros de la sanidad pública son por lo general muy mal pagados, así que les vendrá bien sumarse a la rebelión impositiva, aunque les tengamos que pagar con gallinas, huevos y verduras.
Los bancos no dejarán de medrar y especular, pero tendrán que rever sus “normativas”. Los políticos tendrán que empezar a buscar otro trabajo, porque se hace imposible reprimir y gobernar a un pueblo que se niega en rotundo a pagar más impuestos.

Cualquier empresario, desde el más pequeño al más grande, como cualquier autónomo, tiene de socio parásito a un Estado que le roba un tercio de sus ingresos y esto ocurre en casi todo el mundo “democrático”. Así que el no pago de impuestos de una buena masa de ciudadanos tendrá como efecto inmediato un flujo mayor de dinero hacia los bienes, servicio y productos que producimos y consumimos.
Un “no pago de impuestos” generalizado dirá a los tiranos del FMI y otras “entidades financieras” que la gente no es idiota, y no aceptará más “rescates financieros” de esos con que llevan casi dos siglos sometiendo a la esclavitud más mísera a Africa y América, y que ahora empiezan a aplicar en Europa. ¿Por qué será que nuestro país (USA) no ha recibido un “rescate financiero” a pesar de tener una deuda pública que supera el capital mundial activo de hoy?.

No se trata sólo de presionar a los políticos, sino que la rebelión impositiva es el único medio de frenar la esclavitud y control global, el único medio de hacer que verdaderos políticos empiecen a actuar, porque los “verdaderos” son los que actúan por ideales sociales, no por intereses personales. Y estos verdaderos políticos sólo podrán actuar cuando la masa política corrupta comience a dejar su escaños, cuando no resulten útiles sus maquinaciones porque deje de haber dinero para ellos.
Los policías que reprimen nuestras manifestaciones, también se verán obligados a ajustar clavijas a los políticos, en vez de cargar armas contra nosotros, porque nosotros somos quienes les pagamos. No son los políticos los que pagan. Si nosotros no pagamos, ellos se quedan sin trabajo. Si cargan armas contra nosotros, pues NO LES PAGUEMOS MÁS. En poco tiempo, antes que sus familias pasen necesidades, los policías empezarán a trabajar para nosotros, no para los políticos ladrones, corruptos y traidores a los pueblos.
¿CÓMO HACERLO?

Para empezar, copie y pegue íntegramente este texto y envíelo a cuantos contactos consiga. Haga blogs y cópielo también allí, envíelo por correo electrónico y físico a cuantas personas conozca y a quienes no conozca. Haga traducción a todos los idiomas que pueda y siga enviando. Reúnase con los vecinos que estén de acuerdo, con sus jefes o con sus empleados, con sus amigos, con la agrupación vecinal, con el club, y exponga sin miedo esta cuestión, para que tomen conciencia de que sólo con no pagar los impuestos, si se hace masivamente, se podrán evitar guerras, corrupción y la insoportable sordera de la casta política ante los problemas de los ciudadanos.

Los primeros, ya lo estamos haciendo, aunque por ahora anónimamente. Como se comprenderá, los redactores y traductores de estos primeros pasos no podíamos identificarnos porque nos meterían en la cárcel sin permitir que una sóla palabra de esto llegue a la gente. Pero ya está hecho… Ahora le toca a Usted decidir si sigue pagando con su dinero a los canallas que mandan a asesinar a pueblos enteros en otras partes del mundo y nos devuelven a nuestros hijos muertos. Sabrá Usted si prefiere seguir pagando a los sucios de corazón a los que ve insultarse y pelearse en su propia cara, ante todos los medios de difusión.
Verá usted si sigue pagando a los que envían a la policía a reprimir las manifestaciones, a los que usan SU/NUESTRO dinero para instalar más y más cámaras (y personal anónimo) que nos vigilan y nos roban hasta la intimidad.

Si es comerciante o empresario, sabrá usted si sigue pagando a la casta política para que sigan escupiendo absurdos en nuestras caras. Si cree que le dicen la verdad, pues pague. Si está convencido de que los políticos mienten, que no cumplen sus promesas, que no hacen lo que deben, pues NO LES PAGUE. Se supone que ellos son nuestros empleados. ¿Qué hace usted con un empleado que le roba, que le miente, que le engaña, que no le atiende y genera toda clase de injusticias?.
Si es usted ama de casa o padre de familia y debe hacer malabares con un sueldo de miseria, pues NO LES PAGUE a los que juegan a la “izquierda” y a la “derecha”, polarizando a los pueblos en enemistades y hasta guerras civiles, NO LES PAGUE a los que atosigan a sus hijos con información inútil y falsa, que les mandan a la guerra y que están dejando un mundo de muerte y miseria a ellos y a sus nietos.
El DERECHO A NO PAGAR IMPUESTOS a los ladrones, a los mentirosos y corruptos, es la ÚNICA manera de ejercer nuestro derecho a decidir. Es un derecho de hecho y de JUSTICIA.

Gracias por Tomarte unos minutos de tu tiempo